El Milagrito, que desde hace tiempo trabaja en alternativas a este material, se ha visto perjudicada por el aumento de los costes
A los gastos de «El Milagrito», provocados por la inflación, se suma desde el pasado 1 de enero, el impuesto especial sobre los envases de plástico no reutilizables. Se trata de un impuesto aprobado por el Gobierno Central por el que se ha de pagar 0,45 euros por cada kilogramo de plástico no reutilizable que se utilice en la industria. El nuevo tributo se aplica a los envases fabricados en este material, algo que ha venido a encarecer aún más los costes de producción.
Este impuesto tiene como finalidad fomentar la prevención de la generación de residuos de envases de plástico no reutilizables, así como el fomento del reciclado de los residuos plásticos. Siguiendo con la filosofía de Fabrienvaf Nuca sobre la concienciación del medioambiente, desde mucho antes de que se empezara a elaborar la normativa que ha dado lugar a este impuesto, viene trabajando en el reciclado y en el uso de materiales alternativos que sean más respetuosos con el Medio Ambiente.
Fruto de este esfuerzo por la sostenibilidad ha sido el trabajo para el inminente cambio del envase de su producto estrella, El Milagrito, que en un muy corto plazo de tiempo se fabricará con PET, Polietileno de tereftalato, tanto en lo que respecta a los envases de un litro como para los de 750 mililitros de producto. Este tipo de material seguirá llevando este impuesto, pero en menor valor al pesar menos. Un cambio que en breve será una realidad y que reforzará el compromiso de “El Milagrito” con el cuidado del planeta.