Las instalaciones de Fabrienvaf Nuca acogen la visita guiada, el concurso y un aperitivo lleno de risas y buen ambiente
El Milagrito crea por segundo año el Family Day, una jornada de puertas abiertas para las familias y los trabajadores. A media mañana del pasado sábado empezaron a llegar a las instalaciones de Fabrienvaf Nuca niños pequeños, adolescentes y mayores. Medio centenar de personas con una franja de edad que no es habitual ver en Fabrienvaf Nuca, pero que el pasado sábado se convirtieron en los auténticos protagonistas de la jornada.
El Milagrito abría sus puertas para celebrar, por segundo año consecutivo, su Family Day. Una convocatoria para pasar un día de convivencia con las parejas, hijos, padres, tíos y sobrinos de los miembros de la plantilla. Era la ocasión adecuada para conocer por dentro el lugar en el que trabajan papá, mamá, la tita o mi hijo. Una experiencia muy bonita que sirvió para estrechar aún más los lazos de los trabajadores y sus familias con la empresa.
El primer paso fue recibirlos, saludarlos y subirlos a la primera planta. El responsable de Calidad, Mario González, hizo la introducción al vídeo en el que se hace un recorrido desde los orígenes de Fabrienvaf Nuca. Tras explicarles los principales hitos de la empresa, encabezó una visita guiada por todas las instalaciones. Poner la maquinaria en funcionamiento fue la parte que más entusiasmó a los asistentes.
Al acabar el recorrido completo y explicar los proyectos principales en los que trabaja Fabrienvaf Nuca, los asistentes contaron con un tiempo libre para sentarse en la mesa de trabajo de mamá, ir al laboratorio donde trabaja el tito o pasearse por la zona de producción donde su hijo crece profesionalmente.
Las risas empezaron con el concurso, un trivial en el que se hacían preguntas sobre la información de la empresa que se había ido comentando durante la visita guiada. La memoria, los nervios y la impaciencia jugaron malas pasadas a algunos de los participantes, provocando situaciones muy divertidas. La competición acabó con la entrega de un lote de productos de El Milagrito al equipo ganador.
Como broche de oro de la jornada, se ofreció un aperitivo a los asistentes, disfrutado en armonía y buen ambiente. El culmen de una convocatoria, el Family Day, que llenó de buen ambiente unas instalaciones que ahora serán miradas, a buen seguro, con más cariño por los familiares de la plantilla de El Milagrito.